jueves, 24 de octubre de 2013

Admiration - Incubus


¿Una cura para la calvicie?

Los tratamientos para la calvicie actualmente disponibles únicamente estimulan la salud del folículo o frenan la caída del cabello. Incluso los transplantes sólo distribuyen cabello de un lugar a otro. Ninguno promueve el crecimiento de cabello nuevo. Ahora, un método experimental podría lograr lo que ningún otro; el fin a las calvas y a las "entradas".

Investigadores de la Universidad de Columbia, liderados por la Dra. Angela Christiano, desarrollaron una técnica que permite regenerar una gran cantidad de folículos capilares a partir de una centena de cabellos. El procedimiento podría hacer posible el trasplante de cabello para aquellas personas que sufren de alopecia, calvicie de patrón femenino o masculino e incluso calvicie por quemaduras.

El secreto está en mantener intactas a las células de la papila dérmica. Éstas se encuentran en la superficie del cuero cabelludo y aportan nutrientes y oxígeno a las capas inferiores de la epidermis. Son esenciales para la formación y el crecimiento del cabello. Curiosamente, al colocarlas en un cultivo de tejido, las papilas dérmicas pierden sus propiedades y se reducen a células básicas de la piel, lo que ha obstaculizado el éxito de intentos anteriores.

La Dra. Christiano y sus colegas experimentaron con ratones. A diferencia de los humanos, sus papilas dérmicas no se degeneran en los cultivos de tejido. Esto se debe a que forman grupos que les permiten interactuar y liberar señales para la reprogramación de la piel y los folículos. Al combinar células humanas en un cultivo de tejido roedor, lograron el crecimiento de nuevos cabellos.

Los científicos extrajeron papilas dérmicas de 7 donadores y las clonaron. Después de un par de días, las insertaron en la espalda de los ratones. El cabello nuevo continuó creciendo 6 semanas después del injerto en 5 de las 7 pruebas. Un análisis de ADN confirmó que los folículos coinciden genéticamente con los donadores.

Antes de probar su método en pacientes, los investigadores deben encontrar la manera de incitar a las papilas dérmicas humanas a formar grupos de la misma manera en que lo hacen las de los ratones. El equipo confía en que lo logrará en un futuro cercano.



¿Cómo funciona el envejecimiento?

Hasta el momento la mayoría de los estudios que analizaban los relojes biológicos de nuestro cuerpo se basaban en las hormonas, los telómeros o la saliva. Ahora, en la Universidad de California (UCLA) han dado un paso más en el mundo de la gerontología, al estudiar la forma en que cambia nuestro ADN con el paso del tiempo, una especie de reloj biológico en el interior de nuestros genes.

"Para luchar contra el envejecimiento, primero necesitamos conseguir una forma objetiva de medirlo. Localizar el conjunto de biomarcadores que marcan el tiempo en todo el cuerpo ha sido un desafío de cuatro años", explica Steve Horvath, profesor de Genética Humana en la Escuela de Medicina de UCLA y de Bioestadística en la Escuela de Salud Pública Fielding de UCLA. "Mi objetivo al conseguir esta herramienta predictiva de la edad es ayudar a los científicos a mejorar su comprensión sobre lo que acelera y ralentiza el proceso de envejecimiento humano".

Para crear este predictor Horvath se centró en la metilación del ADN, un proceso químico que modifica nuestros genes. Gracias a unas 8.000 muestras de 51 tipos de tejidos distintos de diferentes partes del cuerpo el investigador analizó cómo afecta este proceso al envejecimiento, desde el nacimiento hasta los 101 años de edad. Centrándose en 353 marcadores comprobó como dicha metilación cambia con la edad en todo el cuerpo. Posteriormente analizó la eficacia de la herramienta comparando la edad biológica de un tejido con su edad cronológica.

Aunque la mayoría de las muestras de tejidos mostraban una correlación entre la edad biológica y la cronológica, en otros no ocurría así. Por ejemplo, Horvath comprobó que la edad  del tejido mamario de la mujer mostraba un envejecimiento mucho mayor que el del resto del cuerpo. "El tejido mamario sano es de dos a tres años más viejo que el resto del cuerpo de la mujer. Pero si una mujer sufre cáncer de mama, el tejido sano que rodea el tumor es un promedio de unos 12 años más viejo que el resto del cuerpo", explica el investigador.

Estos resultados podrían explicar por qué el cáncer de mama es el más común entre las mujeres, además de la influencia de la edad como factor de riesgo para muchos tipos de cáncer en ambos sexos.

Además, la investigación analizó la importancia de las células madre en el proceso de envejecimiento. "La investigación muestra que todas las células madre son recién nacidos", explica Hovarth. "Más importante aún, el proceso de transformación de las células de una persona en células madre pluripotentes reajusta el reloj de las células a cero". En principio, este descubrimiento prueba, teóricamente, que los científicos pueden retroceder el reloj biológico del cuerpo y ponerlo a cero.

Sin embargo este proceso de envejecimiento no es igual de rápido a todas las edades. Según el estudio realizado en la UCLA, el ritmo es mucho más rápido hasta la adolescencia y a partir de ahí disminuye lentamente hasta que se alcanzan los 20 años.   

El estudio ha sido publicado en la revista especializada Genome Biology y la propia universidad ya ha solicitado una patente provisional de esta herramienta de predicción de la edad de los tejidos.



Descubierto el reloj biológico que mide la edad de nuestros órganos

Hasta el momento la mayoría de los estudios que analizaban los relojes biológicos de nuestro cuerpo se basaban en las hormonas, los telómeros o la saliva. Ahora, en la Universidad de California (UCLA) han dado un paso más en el mundo de la gerontología, al estudiar la forma en que cambia nuestro ADNcon el paso del tiempo, una especie de reloj biológico en el interior de nuestros genes.

"Para luchar contra el envejecimiento, primero necesitamos conseguir una forma objetiva de medirlo. Localizar el conjunto de biomarcadores que marcan el tiempo en todo el cuerpo ha sido un desafío de cuatro años", explica Steve Horvath, profesor de Genética Humana en la Escuela de Medicina de UCLA y de Bioestadística en la Escuela de Salud Pública Fielding de UCLA. "Mi objetivo al conseguir esta herramienta predictiva de la edad es ayudar a los científicos a mejorar su comprensión sobre lo que acelera y ralentiza el proceso de envejecimiento humano".

Para crear este predictor Horvath se centró en la metilación del ADN, un proceso químico que modifica nuestros genes. Gracias a unas 8.000 muestras de 51 tipos de tejidos distintos de diferentes partes del cuerpo el investigador analizó cómo afecta este proceso al envejecimiento, desde el nacimiento hasta los 101 años de edad. Centrándose en 353 marcadores comprobó como dicha metilación cambia con la edad en todo el cuerpo. Posteriormente analizó la eficacia de la herramienta comparando la edad biológica de un tejido con su edad cronológica.

Aunque la mayoría de las muestras de tejidos mostraban una correlación entre la edad biológica y la cronológica, en otros no ocurría así. Por ejemplo, Horvath comprobó que la edad  del tejido mamario de la mujer mostraba un envejecimiento mucho mayor que el del resto del cuerpo. “El tejido mamario sano es de dos a tres años más viejo que el resto del cuerpo de la mujer. Pero si una mujer sufre cáncer de mama, el tejido sano que rodea el tumor es un promedio de unos 12 años más viejo que el resto del cuerpo”, explica el investigador.

Estos resultados podrían explicar por qué el cáncer de mama es el más común entre las mujeres, además de la influencia de la edad como factor de riesgo para muchos tipos de cáncer en ambos sexos.

Además, la investigación analizó la importancia de las células madre en el proceso de envejecimiento. "La investigación muestra que todas las células madre son recién nacidos", explica Hovarth. "Más importante aún, el proceso de transformación de las células de una persona en células madre pluripotentes reajusta el reloj de las células a cero". En principio, este descubrimiento prueba, teóricamente, que los científicos pueden retroceder el reloj biológico del cuerpo y ponerlo a cero.

Sin embargo este proceso de envejecimiento no es igual de rápido a todas las edades. Según el estudiorealizado en la UCLA, el ritmo es mucho más rápido hasta la adolescencia y a partir de ahí disminuye lentamente hasta que se alcanzan los 20 años.   

El estudio ha sido publicado en la revista especializada Genome Biology y la propia universidad ya ha solicitado una patente provisional de esta herramienta de predicción de la edad de los tejidos.



Descubierta la galaxia más lejana jamás hallada

El universo sigue lleno de misterios para la ciencia. Un grupo de investigadores ha conseguido medir la edad de la galaxia z8_GND_5296 gracias al espectrógrafo instalado en el telescopio Keck, de diez metros de diámetro y situado en mitad del Pacífico, en Hawaii. Exactamente la galaxia tiene unos 13.000 millones de años, es decir, se formó cuando el universo tenía solo el cinco por ciento de la edad actual.

El Big Bang, la brusca explosión que dio comienzo a la formación del universo como lo conocemos actualmente, se produjo hace aproximadamente unos 13.800 millones de años. Y poco a poco, con la expansión del espacio, se fueron formando las distintas galaxias que conforman el universo. Pues bien, tan solo 700 millones de años después del Big Bang, se formó la z8_GND_5296.

El estudio de los investigadores de la Universidad de Texas y publicado en el último número de la revistaNature revela que la galaxia continúa transformando el gas y polvo en nuevas estrellas a una velocidad mucho mayor que la de nuestra propia galaxia. De hecho, según los cálculos de los investigadores,mientras que en la Vía Láctea se forman entre una y dos estrellas similares al Sol cada año, en la z8_GND_5296 se forman alrededor de 300 anualmente.

Como apunta Bahram Mobasher, de la Universidad de California Riverside y coautor del estudio, “al observar una galaxia tan atrás en el tiempo, podemos estudiar la primera formación de las galaxias. Y al comparar las propiedades de las galaxias a distintas distancias, es posible explorar su evolución a lo largo de la edad del Universo”.


Hypoxia - Thomas Giles


HO41, ¿más peligroso que el VIH?

La gonorrea es la segunda enfermedad de transmisión sexual más común en el mundo. La OMS estima que 62 millones de personas son infectadas cada año. Ahora, una nueva cepa de gonorrea ha sido descubierta. Llamada HO41, es resistente a los antibióticos conocidos, por lo que la "superbacteria" alarma con la posibilidad de ser temporalmente más letal que el SIDA.

La nueva cepa fue primero descubierta en 2011 en Japón. Recientemente, las autoridades de salud de Estados Unidos anunciaron dos casos de infección por HO41 en Hawai. La información resultó ser errónea, pues ambos pacientes fueron curados. Sin embargo, William Smith, director ejecutivo de la Coalición Nacional de Administración de ETS, advierte que se trata de una situación de riesgo y se deben tomar medidas preventivas antes que de que la peligrosa cepa se propague.

Desde 1940, la gonorrea se ha tratado con penicilina y antibióticos. A partir de entonces, la medicina ha sido capaz de combatir las nuevas cepas de la enfermedad mutante, hasta ahora. La cefalosporina, el medicamento más reciente empleado para combatir la gonorrea, ha empezado a fallar. Conforme las bacterias evolucionan, se vuelve cada vez más resistentes a los antibióticos. Ahora, HO41 es inmune a todos los tratamientos tradicionales.

Si bien la nueva cepa aún no ha cobrado vidas, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos han pedido al Congreso 50 millones de dólares para encontrar una cura para HO41. Aún es muy temprano para saber si la cepa se da disipado, pero es sabio suponer que su propagación probablemente sea rápida, al menos que se desarrolle un tratamiento efectivo.





Oro crece en los árboles

El dinero no crece en los árboles, pero el oro sí? Científicos australianos han encontrado minúsculas concentraciones del metal precioso en las hojas del eucalipto.  Los pequeños depósitos de oro escondidos en la vegetación podrían proveer la clave para el desarrollo de nuevas tecnologías mineras. ¿Deberíamos preocuparnos aún más por el bienestar de los bosques?

Existen alrededor de 700 especies de eucalipto, la mayoría de ellas en Australia. Este árbol perenne supera fácilmente los 10 metros de altura y sus raíces alcanzan profundidades de hasta 40 metros en busca de agua. Cuando penetran zonas ricas en oro, absorben microscópicas cantidades del metal, el cual se deposita en las hojas.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Melbourne, CSIRO (Ciencias de la tierra y división de ingeniería en recursos) y Australian Synchroton, estudiaron eucaliptos en zonas mineras al oeste y sur de Australia. Mediante radiografías, buscaron trazos de oro en los árboles. Encontraron concentraciones débiles (varias centésimas a milésimas de gramo por tonelada), en las hojas. Probablemente debido a que el oro, tóxico para las plantas, es alejado a las extremidades.

De acuerdo con el Consejo Mundial del Oro, más de 174 mil toneladas han sido extraídas desde el inicio de la civilización. En 2011, el Servicio Geológico de Estados Unidos estimó que restan 51 mil toneladas de oro en el mundo. El precio del metal precioso ha aumentado 482% desde diciembre del 200 hasta marzo de este año. El 60% del oro es utilizado para la joyería, pero también es empleado en la fabricación de electrónicos y tecnología médica.

Los científicos aseguran que su hallazgo servirá para desarrollar técnicas de exploración minera, en un intento por asegurar la continuidad del suministro de oro. Sin embargo, no explican si los nuevos métodos dañaran los bosques de eucalipto. Si es así, debemos preguntarnos ¿realmente lo vale?




El rechazo social libera analgésicos naturales

Un reciente estudio estadounidense indica que, cuando nos enfrentamos el rechazo social, el cerebro tiene medios para aliviar el dolor que nos produce. Según publican en Molecular Psychiatry científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan, el sistema de analgésicos naturales del cerebro no solo responde al dolor físico corporal, como ya se había demostrado, sino también al rechazo social.

Combinando el uso de escáneres cerebrales capaces de rastrear la liberación de compuestos químicos en el cerebro con un modelo de rechazo social sustentado en las citas románticas concertadas por Internet, los científicos descubrieron que los opioides naturales se liberan en el cerebro humano durante situaciones de angustia social, aislamiento y rechazo.

El estudio involucró a dieciocho adultos a quienes se pidió que observaran fotografías y perfiles personales ficticios de cientos de personas. Cada uno de los participantes seleccionó algunos perfiles de quienes podrían interesarle más románticamente, una situación similar a las citas románticas por internet.

Pero luego, a la vez que eran situados en un escáner PET para tomar imágenes de sus cerebros, se les comunicó que los individuos que habían encontrado más atractivos e interesantes no mostraban un interés recíproco. Las neuroimágenes durante ese momentos desvelaron la liberación de opioides. El efecto fue mayor en las regiones del cerebro llamadas parte central del cuerpo estriado, la amígdala, el tálamo medio, y la sustancia gris central, áreas también conocidas por su activación en el dolor físico. Por otro lado, cuanto mayor fue la liberación de opioides durante el rechazo social en otra área del cerebro llamado córtex del cíngulo anterior, menor fue el mal humor que mostraron los participantes cuando recibieron la noticia de que habían sido rechazados.

A pesar de los investigadores se habían asegurado de que los participantes supieran que los perfiles para "citas" no eran reales, y que por lo tanto tampoco era real el "rechazo", el rechazo social simulado fue suficiente como para causar una respuesta emocional y una respuesta de opioides.

Los investigadores analizaron, asimismo, qué ocurría cuando a los participantes se les dijo que alguien en quien ellos habían expresado interés expresaba interés en ellos, es decir la aceptación social. En ese caso algunas regiones cerebrales también tuvieron más liberación de opioides. "Se sabe que el sistema de opioides desempeña un papel en la reducción del dolor y en la promoción del placer, y nuestro estudio muestra que esto también sucede en el contexto social", dijo David T. Hsu, coautor del trabajo.

Las personas con alta puntuación en un rasgo de personalidad llamado resiliencia, entendida como la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas, mostraron niveles más altos de activación de los analgésicos naturales, sobre todo en la amídgala, una región del cerebro involucrada en el procesamiento emocional. Por el contrario, "es posible que las personas con depresión o ansiedad social sean menos capaces de liberar opioides durante los momentos de estrés social y, por lo tanto, no se recuperan tan rápida o plenamente de una experiencia social negativa", sugirió Hsu.



Así nos ve el mundo: El desierto de Atacama se convierte en la antesala de Marte

La Agencia Espacial Europea (ESA) ha terminado de probar en el desierto chileno de Atacama el vehículo Safer, un prototipo del robot que enviará a Marte en 2018 para buscar rastros de vida en la superficie del Planeta Rojo.

Los expertos eligieron ese desierto chileno porque ofrece un terreno “representativo de lo que se podría encontrar en Marte”, donde el SAFER (Sample Acquisition Field Experiment with a Rover) intentará aportar pruebas de que alguna vez existió vida en ese planeta, explicó hoy a Efe el argentino Jorge Vago, uno de los científicos del programa ExoMars de la ESA.
Durante cinco días a mediados de este mes, el SAFER estuvo explorando en los alrededores del observatorio espacial del Cerro Paranal, manejado por control remoto desde Inglaterra.
“Nos dimos cuenta de que la zona elegida tenía señales de lecho de río seco. Había pasado agua. No sabíamos cuándo, pero había restos de sales. En Marte, queremos buscar rocas de tipo sedimentario que se formaron con presencia de agua”, resume Vago.
Los científicos esperan encontrar en la superficie marciana afloramientos, es decir, rocas autóctonas que sobresalen de la superficie, del mismo modo en el que la punta de un iceberg se eleva por encima del nivel del mar.
Una vez localizadas ese tipo de rocas, protegidas del impacto de la radiación cósmica que actúa como un “bisturí molecular” sobre las rocas expuestas de la superficie, se extraerán muestras del subsuelo y se enviarán los datos a la Tierra.
Para ello, el vehículo cuenta con un Radar de Penetración en el Suelo, una herramienta capaz de extraer información 5 metros por debajo de la superficie con una precisión de 2 centímetros.
Además, el aparato estará equipado con un instrumento denominado PanCam, que engloba dos cámaras estéreo gran angular, equivalentes a un objetivo de 45 mm en fotografía convencional, y una cámara de alta resolución, similar a un teleobjetivo de 300 mm.
Dispondrá también de un “Close Up Imager”, una especie de “microscopio para estudiar la textura de las rocas en la superficie”.
Todos esos instrumentos aspiran a entender la mineralogía marciana y encontrar restos de vida extinta, no en forma de moléculas orgánicas, sino a través de “marcas que puedan asociarse a la presencia de microbios”, precisa Vago.
“El ‘rover’ de Atacama es un prototipo bastante más básico que el que vamos a mandar a Marte”, que “aún no se ha empezado a construir” y que será capaz de resistir un frío extremo porque “la temperatura en Marte en un día de verano con calorcito llega a 0°C pero por la noche cae a -180 °C”.
Así que los científicos diseñarán un aparato que se apague por la noche para protegerse del frío, y que se encienda por la mañana, una vez el sol haya calentado la superficie del Planeta Rojo y esta sea practicable.
Pero la misión ExoMars, cuyo coste global es de unos 1.200 millones de euros (unos 1.650 millones de dólares) comenzará dos años antes, con el envío de un “orbitador” para estudiar la atmósfera marciana y un pequeño aparato para aprender a aterrizar en la superficie.
Dos años después, en mayo de 2018, se enviará el robot para estudiar la superficie durante seis meses, período que podría ampliarse si se obtienen buenos resultados, explica Vago.
“Si en algún momento encontramos alto interesante, habrá que traer muestras a la Tierra”, lo que requeriría un nueva, costosa y compleja misión que, según Vago, sería la antesala imprescindible para que un día el hombre ponga el pie en Marte.
“La decisión de ir a Marte con astronautas es política. Se va a necesitar mucho, mucho dinero y probablemente será una misión internacional. Mi impresión es que para justificar que se va a gastar toda esa cantidad de dinero habrá que encontrar algo interesante primero y traer muestras a la Tierra después, para que sean estudiadas por las mejores universidades y con los mejores instrumentos”, explica.
Para llegar a ese punto, a medio camino todavía entre la ciencia aeroespacial y la ciencia ficción, queda mucho por andar y lo único seguro por ahora es que el robot que debe iniciar esa aventura ha superado con éxito la prueba del desierto de Atacama, el más árido del mundo

martes, 22 de octubre de 2013

Old Hag


29 características que te clasifican como parte de la llamada “generación Y”



De acuerdo a revistas publicitarias se identifica como generación Y al grupo de “jóvenes” que llegó después de la llamada Generación X. Si bien no hay una definición precisa, se dice que son quienes nacieron desde 1980 en adelante y son un grupo que tiene características precisas.
Wikipedia, la enciclopedia preferida de la generación Y post Encarta, los define de la siguiente manera.
1. Recuerdan vívidamente los ataques al World Trade Center, pero apenas tienen memoria de la caída del muro de Berlín.
2. Están rodeados por la inseguridad, están acostumbrados a convivir con la inseguridad.
3. Ambos padres trabajan y se sienten culpables por ello. Compensan la falta de dedicación con compra de tecnología, celulares, notebooks, tablets.
4. Fueron criados rodeados de Tecnología.
5. Sus abuelos viven, los consienten y participan activamente de la educación y la crianza.
6. Escriben blogs o bitácoras en sitios de la red, escuchan su reproductor MP3 y bajan música de la red.
7. Construyen fuertes Redes Sociales.
8. Permanecen conectados a su computadora 24 horas al día y no le dan mayor importancia.
9. Son amantes de los Reality Shows.
10. Buscan el conocimiento en Internet más que en los docentes y los padres.
11. Son adolescentes sin disciplinar, sin socializar, no respetan la autoridad, no poseen filtro en lo que dicen y hacen.
12. Toda su vida debe girar en torno a su gusto personal y su comodidad.
13. Son individualistas, necesitan menos, viven con menos o al menos eso creen.
14. Todo está vinculado al gusto personal y la utilidad.
15. Son impacientes, lo quieren todo ya. Todo su entorno es en tiempo real y están siempre conectados.
16. Toman decisiones en tiempo real y exigen inmediatez en las respuestas y en los resultados.
17. Manejan muy bien el presente, no les interesa mucho el pasado y se despreocupan por el futuro. Vivir plenamente el presente es su consigna.
18. Le dan importancia a su carrera personal por encima de su carrera en la institución.
19. Buscan balance entre su vida personal y el trabajo porque vieron a sus padres perder sus empleos a pesar de que dedicaron su vida al trabajo.
20. Desconocen el sentido de la responsabilidad y el compromiso.
21. Prefieren la estabilidad en la empleabilidad a la estabilidad en el empleo.
22. Le dan importancia a la emocionalidad y detestan la insensibilidad de las organizaciones.
23. Valoran el diálogo de igual a igual, lo ven como el mejor reconocimiento.
24. Son exigentes en temas como el tipo de tareas que se les asignen, les tiene que divertir, motivar o deben sentir que se benefician en su crecimiento personal.
25. La educación convencional choca con esta generación.
26. Utilizan más el lado derecho del cerebro, vinculado con la creatividad.(la generación anterior utiliza el izquierdo que es el lado lógico analítico).
27. Los 20 son ahora la edad para la educación, para viajar y para formar, desmantelar y reformar relaciones. Es también tiempo para la prueba de opciones de empleo antes de establecerse en las responsabilidades de la edad adulta en el momento apropiado de los 30.
28. Su deuda de tarjetas de crédito totaliza más que su salario del primer año. Una juventud derrochadora de dinero, la generosidad de padres consentidores de la generación nacida inmediatamente
después de la Segunda Guerra Mundial, fomentan malas aptitudes en cuanto a la administración del dinero.
29. Paradoja de la Generación Y: Por una parte cuentan con mayor y mejor educación; han viajado bastante y se encuentran cultural y tecnológicamente conectados en un mundo global, pero por otra parte, siguen viviendo con sus padres y tienen problemas para equilibrar sus presupuestos personales.

El suicidio de una escolar por depresión post parto

Después de fiestas patrias, Alejandra Carrasco, estudiante de cuarto medio del Carmela Carvajal, ex dirigenta en las movilizaciones del 2011, no pudo más con la depresión post parto que la aquejaba y se suicidó. Su madre, familiares y amigos denuncian un problema que aqueja a las jóvenes a nivel nacional: el abandono de las madres adolescentes.

La tarde del miércoles 25 de septiembre Sonia Malio está comprando verduras de un carro instalado en la puerta de su casa en un pasaje de La Florida. Tiene a su nieta, una tranquila guagua de seis meses, en brazos.
Esa misma mañana, Sonia fue al cementerio a enterrar a su hija Alejandra Carrasco. Alejandra, de 18 años, se suicidó el viernes 20 colgándose de las vigas del patio trasero de su casa. Sufría de una depresión post parto.
Hoy, por el patio, el living y la cocina, circulan sus familiares y amigos.
Sonia me hace pasar a una pieza juvenil que tiene una cuna instalada adentro. Nos sentamos en la cama. “Ella era una niña muy especial”, comienza su relato.
-Era muy sensible, siempre traía a sus amigos para acá y yo se los recibía. Creo que siempre la apoyé. De repente me encuentro con que me cuenta que está pololeando, que se inició en la parte sexual. Entonces yo le digo «cuídate, Ale, hay hartos métodos y a estas alturas todos saben lo que tienen que hacer» -cuenta Sonia.
En noviembre del año pasado, Alejandra le confesó a su mamá que estaba embarazada. Tenía cuatro meses. Terminó las clases ese año en el Liceo Carmela Carvajal -”cuando ya estaba guatona”, recuerda Sonia- y tuvo a su hija el 13 de marzo.
Cuando su nieta nació, Sonia partió al colegio a pedir algún documento que explicara los derechos y deberes de las estudiantes embarazadas o con hijos y se encontró con que no había un protocolo establecido para tratar estos casos.
-Me dijeron que no sabían mucho, que cuando habían tenido embarazadas les daban permisos, se retiraban antes de clases -recuerda.
Entonces partió al ministerio de Educación y se encontró con que la ley existente “no corresponde”, según explica. Las escolares embarazadas no tienen derecho a un pre y a un posnatal.
En el ministerio le explicaban que esto es así porque no son trabajadoras.
-Yo les decía, mi niña tuvo su guagua el 13 de marzo. Y me contestaban, “es que el 14 tiene que estar en clases”; que los criterios dependían de cada colegio. Yo pensaba, cómo va a amamantar, si el Carmela está en Providencia y nosotros vivimos en La Florida.
Sonia consiguió con el ginecólogo de su hija un certificado médico que la enviaba a reposo hasta el 31 de julio. El primer semestre, Alejandra no fue a clases y cuando se reintegró se extraía la leche para dejársela a su hija. Estaba en cuarto medio y quería estudiar derecho en la Universidad de Chile.
Sonia Malio está separada del papá de sus dos hijas. Como jefa de hogar mantiene la casa con su trabajo como técnico en enfermería en el Hospital Sótero del Río, donde trabaja con un sistema de turnos. Son jornadas largas, de doce horas diarias. Los turnos de día son de 6.30 de la mañana a 9 de la noche. Para los turnos de noche sale de su casa a las 19.30 y vuelve cerca de las diez de la mañana del otro día.
Cuenta Sonia que algunos días ella podía ayudar a su hija con el cuidado de la guagua, pero necesitaban una solución para ella poder seguir trabajando y Alejandra estudiando. Partió al Carmela Carvajal a preguntar si había posibilidad de dejar a la niña en la sala cuna que está al lado.
-Decían que no había cupo, que iban a ver, pero nunca hicieron nada -dice.
Cuando Alejandra entró a clases en agosto, Sonia tuvo que pedir vacaciones. Intentó conseguir un cupo en los jardines infantiles de la Junji, pero le pedían ficha de protección social y la inscripción le permitía ingresar recién en marzo del próximo año. “Pero yo necesito ahora una sala cuna, mi hija va al colegio y no tenemos cómo resolver el tema de la niña”, les decía Sonia.
Después consiguió que una vecina cuidara a su nieta durante el día por cien mil pesos. Alejandra pasaba a dejarla antes de irse al colegio y pasaba a buscarla a la vuelta. Mientras, Sonia pedía una beca para su hija por ser de ascendencia mapuche y se la negaban por tener mucho puntaje en la ficha CAS.
-Pero ella lo necesitaba. Tenía buenas notas, tuvo una guagua, era un caso especial. Es todo cuesta arriba. Pero yo le decía a mi hija, no te preocupes, tú preocúpate de estudiar, yo voy a resolver todos los otros temas. Pero llegamos a esto.
AGOTADA
Algunas veces, cuando Sonia volvía de un turno por la noche, se encontraba con que Alejandra estaba llorando en su pieza.
-Yo le preguntaba qué pasaba y me decía “estoy agotada”. Claro, porque si tú no estás preparada psicológicamente para ser mamá es agotador.
Una noche de julio, antes de las vacaciones de invierno, Alejandra llamó a su mamá al hospital. Le dijo que estaba colapsada, que se iba a suicidar.
Sonia no atinó a más que a intentar tranquilizarla, decirle que no era el momento de hablar esas cosas, que tuviera calma. Que lo hablaran al otro día. Esa noche el papá de Alejandra y su pololo llegaron a la casa para acompañarla y llevarse a la guagua.
Al día siguiente, Sonia partió al departamento de salud mental del Sótero del Río, y le contó lo que pasaba a una psicóloga, quien le explicó que -por lo que contaba Sonia- se trataba de una depresión post parto. Sonia llevó entonces a su hija al Barros Luco, donde tienen urgencia de salud mental; ahí un psiquiatra les explicó que Alejandra necesitaba empezar una psicoterapia y tomar medicamentos y le dio una interconsulta, porque la patología corresponde al AUGE. Entonces Sonia la llevó al CRS de La Florida para que le dieran una hora que nunca llegaba.
En la municipalidad de La Florida, Sonia encontró un cartel del Sernam que decía “programa de madres adolescentes”. Llamó y le dijeron que no tenían psiquiatras, sólo psicólogos. Y solamente por teléfono. Después fue al Sernam de La Florida; le dijeron que solamente atendían casos de violencia intrafamiliar.
-Pero como yo trabajo en un hospital y yo quería que mi hija se sanara, busqué alternativas por fuera. Llamé a una psicóloga que conocía hace años y que atendía por Fonasa, y empezó la terapia con ella. También conseguí un psiquiatra a través de Fonasa. Todo eso lo gestioné sola con mis recursos- explica.
Alejandra estuvo julio, agosto y medio septiembre asistiendo a su tratamiento psicológico. La última vez que la vio el psiquiatra fue el 4 de septiembre. Estaba tomando medicamentos que -obviamente, dice Sonia- tenían que financiar ellas. Al mes se gastaban 45 mil pesos y el tratamiento estaba proyectado para durar seis.
-Entonces yo pensaba, pucha, ¿y las cabras que sus padres en realidad no pueden pagar esto?
La noche del 20 de septiembre, Sonia salió de su casa rumbo su turno de noche a eso de las 19.30. La hermana mayor de Alejandra, de visita en Santiago, partió a la plaza Abastos a las celebraciones de fiestas patrias. El pololo de Alejandra se fue a su casa.
-La Ale hacía su vida normal, muchas veces se quedó sola con su bebé en las noches- dice Sonia.
A las diez de la noche, Sonia llamó a la casa para saber cómo estaba. Nadie contestó. Alejandra tampoco contestó la llamada a su celular; Sonia pensó que estaba mudando a la guagua. Volvió a llamarla 45 minutos después y no hubo respuesta.
A las 00:30, el llamado de su ex pareja le anunció la tragedia. Cuando Sonia preguntó si todavía tenía pulso recibió un “no hay nada más que hacer” por respuesta.
CAMBIOS
Alejandra Carrasco murió esperando una hora de atención psiquiátrica en el CRS La Florida que nunca llegó. Una semana después de su muerte, su mamá fue a preguntar al mismo centro asistencial qué había pasado. Ahí supo que a Alejandra nunca le llegaron a asignar una hora.
-Yo digo pucha, por qué pasan estas cosas. Imagínate. Adolescente, estudiando. Yo hice un reclamo a Fonasa por este tema y me contestaron que poco menos que tendrá que seguir esperando. Yo traté de hacerlo lo mejor con ella, tuvo acceso a un tratamiento pero las instituciones de gobierno para mí, que yo viví esta experiencia, en la práctica no sirven de nada- acusa Sonia Malio.
El día del funeral de Alejandra, la orientadora del Liceo Carmela Carvajal se acercó hasta Sonia y le confidenció lo mal que se sentía por no haber resuelto nunca nada como colegio. Sonia respondió que ya no era el momento, que ya todo había pasado. Pero que lo pensara, porque podían presentarse más casos así.
-Hay mucho abandono de las madres adolescentes, y eso que yo siempre apoyé a mi hija incondicionalmente. Imagínate cuando a las cabras los papás las echan de la casa. ¿Cómo hacen esas niñas? Para mí como madre fue muy terrible lo que viví con mi hija, porque sentí que todo lo que dice el Estado de sus políticas no es nada -dice Sonia.
Alejandra Carrasco y Alison Sandoval (18) fueron compañeras de liceo en la época de las movilizaciones estudiantiles más fuertes. Se conocieron en primero medio en un taller de música. Alejandra tocaba bajo y Alison la guitarra. Cuenta Alison que a primera vista Alejandra le inspiraba miedo, pero que al poco tiempo ya eran yuntas. En los recreos se iban al “patio de la virgen” a conversar. A la vuelta del colegio, en la estación Vicente Valdés, Alison miraba cómo Alejandra ensayaba sus bailes coreanos. Cuando repitieron tercero medio producto de las movilizaciones, quedaron juntas “sufriendo” en el electivo matemático. “Nos pasaron muchas estupideces juntas”, ríe Alison.
Los papás de Alison siempre quisieron mucho a Alejandra. El papá de Alison la llamaba en broma “la comunista”, y ella le contestaba “el momio”. Durante las movilizaciones del 2011 a Alison no la dejaron participar tanto de la toma ni las marchas, pero igual iba a visitar a su amiga al liceo y la acompañaba a barrer las piezas.
-Era entretenido, pero el desgaste físico era harto para ellas- recuerda.
Alison, consciente de que su colegio estaba en toma y que estaba perdiendo el año, siente hoy que su vida no cambió tanto como la de Alejandra. Dice que ahí se terminó de formar fuertemente su conciencia social, que aprendió a ser consecuente, se volvió más activa, participó en la toma del Congreso Nacional. Alejandra le hacía “charlas” a Alison sobre temas de historia y política que iba aprendiendo de libros.
-En su casa nunca le impusieron una postura política, le dijeron que ella tenía que formarse la suya. Creo que fue un año de harto aprendizaje que la cambió para bien- dice Alison.
Su amiga estuvo también en los días en que Alejandra se enteró de su embarazo. Recuerda que no lo podían creer. Buscaron maneras naturales de abortar: investigando leyeron que el exceso de vitamina C y el té de borraja podían inducirlo. Nada de eso resultó y en noviembre Alejandra ya estaba dándole la noticia a su mamá.
-Al principio no quería estar embarazada, pero con el tiempo se fue acostumbrando a la idea y asumió. Las cosas lentamente fueron mejorando. Con el pololo estaban bien, él quedó shockeado al principio, pero después le gustó la idea- dice Alison.
Hubo un tiempo, eso sí, en que Alison la vio mal. Alejandra lloró con ella, le dijo que ya no aguantaba, que no le gustaba, que se sentía incómoda, que no era feliz. Al día siguiente Alejandra ya estaba bien y todo siguió en aparente normalidad.
-Volvió a ir al colegio, a su guagua la adoraba. Y de repente… de verdad que nadie se lo esperó. El avance de la Ale había ido tan bien que nadie podía creer que hizo eso. Yo todavía sigo sin creérmelo.
Para Alison, Alejandra era una de las personas más fuertes que ha conocido. Pese a que en los primeros meses la vio complicada, luego supo que estaba saliendo adelante. Alejandra le hablaba de cómo iba a cuidar a su hija cuando fuera grande y Alison está segura de que habría sido una excelente mamá.
-Pero tomó una decisión que cambió toda la historia. Me quedo con el sentimiento de que la Ale ahora está más tranquila, más relajada. Acá no lo estaba. Alcanzó una paz que acá no había logrado.
Alison cuenta que en el liceo nunca tuvieron educación sexual. El aprendizaje se limitó a una pincelada del aparato reproductivo en octavo básico.
-No hay profesores de educación sexual. Tampoco hay apoyo a las embarazadas, no hay salacunas al lado de los colegios. Como la población de Chile está envejeciendo necesitan mujeres jóvenes que tengan hijos. Por eso no hay medidas para evitar el embarazo adolescente- dice.
Con una inmensa calma, aún sentada en la cama de su hija, Sonia Malio revive los últimos recuerdos con su hija: cuando el año pasado hicieron la ruta de la memoria, cuando el 11 de septiembre pasado fueron con coche y todo al cementerio, luego a la Universidad de Chile y después al Museo de la Solidaridad Salvador Allende, donde Alejandra dejó un mensaje escrito en un panel, que hoy está en manos de Sonia. Me muestra un escrito de Alejandra donde cuenta toda esa experiencia.
Sonia cree que la maternidad complicó tremendamente a su niña, una joven muy activa que de pronto se encontró encerrada en su pieza con una guagua y que no pudo con el cambio de vida.
-A mí me interesa contar esta historia porque no quiero que ninguna adolescente más pase por lo que pasó ella. Se dice que las políticas de Estado están, pero en la realidad no existen. Que haya una política educacional que le dé derechos a la madre adolescente, que haya atención mental. Yo no quiero que ninguna niña más sufra.

Pregunta existencial: ¿se puede vivir sin tener sexo?

Cada vez con más frecuencia, vemos a personas que han renunciado al sexo. ¿Por qué tomaron esa decisión? ¿Se puede vivir sin tener relaciones? Lo responde, en su último libro, una reconocida psiquiatra y psicoanalista francesa.

Nuestra sociedad está fuertemente sexualizada y el sexo se ha convertido en una mercancía como otra cualquiera. Se venden encuentros en las páginas web, los periódicos ofrecen manuales de instrucciones para encontrar al alma gemela, la publicidad exalta las virtudes de vestidos para seducir, cremas de belleza para seguir gustando e incluso píldoras mágicas para aumentar las prestaciones sexuales. Según el escritor Michel Houellebecq, si nos amontonamos es para olvidar nuestra finitud, porque la vida no es otra cosa que la nada. Al multiplicar indefinidamente el sexo, intentamos exorcizar nuestras carencias, pero esto sólo nos aporta una satisfacción provisional.

En el nivel de la sexualidad se reproduce el mismo comportamiento de consumidor exigente que en los demás mercados. Ahora el goce debe estar garantizado. El Viagra y el Cialis, medicamentos prescritos al comienzo para curar los trastornos de la erección, se utilizan ahora para mitigar la angustia de rendimiento: “¡Se me levanta cuando quiero y donde quiero!”. Su uso ha llegado a trivializarse tanto que, en Francia, en 2006, el periódico Le Monde consagró dos páginas enteras, sin ninguna crítica ni restricción, a estas nuevas píldoras de la felicidad sexual, y un semanario las convirtió en portada. Para ampliar el mercado, la industria farmacéutica creó un nuevo síntoma: la “disfunción sexual femenina” que, según el laboratorio que intenta comercializar un equivalente femenino del Viagra, afectaría al 43% de las mujeres de entre 18 y 59 años.

Una sexualidad plena se ha convertido en una norma en nuestra época, y el cuerpo se ha vuelto una simple máquina de placer cuyos registros hay que mejorar. Para estimular la sexualidad hay que seguir los consejos de las revistas, comprar los sex toys (juguetes sexuales) y recurrir a las píldoras milagrosas en caso de avería. La frigidez se ha convertido en una enfermedad vergonzosa y la impotencia en un síntoma que es necesario curar por completo. Tanto en la cama como en el trabajo, el hombre se siente sometido a una obligación de resultados y teme ser puesto de patitas en la calle si no está a la altura de lo que se espera de él.

En un momento en que algunos medios de comunicación nos saturan con temas sexuales, se escucha la queja de los excluidos del sexo, que llegan hasta a hablar de “miseria sexual”. Es cierto que nuestros pacientes vienen a veces a quejarse de frustración sexual, pero la verdadera problemática sigue siendo el aislamiento afectivo. En 1998, en su primera novela, Michel Houellebecq había sido precursor al apuntar a la dureza del mercado del consumo del sexo: “Al igual que el liberalismo económico desenfrenado, y por razones análogas, el liberalismo sexual produce fenómenos de depauperización absoluta. Hay quienes hacen el amor todos los días; otros, cinco o seis veces en su vida, o nunca. Hay quienes hacen el amor con decenas de mujeres, y otros con ninguna… Es a lo que se llama la ley del mercado”.


El sexo se ha vuelto una función higienista: hacer el amor es bueno para mantener la línea, para el cuidado de la piel… Pero con la liberación sexual se comprueba el repunte de una disminución del deseo sexual: ya no hay nada que desear, porque todo es posible. El demasiado sexo aboca así a la eliminación del sexo. Cada vez más frecuentemente, vemos a personas que han renunciado al sexo, como otras renunciaron al alcohol o al tabaco. Lo que importa ahora es la comodidad. Instalarse en un nido con todo al alcance de la mano y sin necesidad de los demás. Alejarse de todas las solicitaciones ilimitadas, desembarazarse del siempre más.

Christine, de 53 años, vivió la liberación sexual del 68 con grupos de mujeres. En esa época, no había que refrenar los deseos, se podía probar todo, el sexo con las mujeres, el sexo entre varios. Cuando ella salía de la tienda, iba con un hombre diferente cada vez. “Aun cuando uno reventara de angustia y de celos, era de buen tono no ser posesivo”. 

Un día, Christine se hartó de estar disponible y, pasando de un extremo al otro, renunció a la sexualidad: “¡No por haber vivido la liberación sexual, la sexualidad va a ser obligatoria!». Hace ahora ya más de diez años que no ha tenido ninguna relación sexual. “No echo en falta la sexualidad.
Lo que podría echar de menos serían los gestos de ternura, el ser mirada con deseo. No hablo del amor, sobre el que he perdido mis ilusiones. Dejé de lado todo lo que es físico, salvo la danza y el deporte. Incluso ya no practico la masturbación. Todo está en mi cabeza. Retomé los estudios, me gusta hablar con mis amigos. He dispuesto un sistema de protección que consiste en evitar las situaciones que me desagradan”, cuenta. 


La persecución de una felicidad absoluta a través de una intensa gratificación sexual fue la meta última, pero frente a los excesos de una sexualidad trash, quizá ya no haya nada que desear. En una entrevista, Catherine Millet, autora del famoso best-seller La vida sexual de Catherine M. (2001), explica lo siguiente: “Cuanto más detallo mi cuerpo, cuanto más detallo mis actos, más me desprendo de mí misma”. Efectivamente, en estos excesos del cuerpo no existe sentimiento ni afecto. No es otra cosa que la mecánica de los cuerpos. Nuestra época intenta igualmente desembarazarse de la diferencia de los sexos, o como dijo el escritor Michel Schneider: “Lo femenino y lo masculino se han confundido tranquilamente, sin ya saber qué es lo que puede esperar uno del otro, dispuesto a todo para evitar un encuentro carnal”.

En junio de 2004, en un sondeo de IPSOS, el 25% de las mujeres encuestadas y el 15% de los hombres declaraban vivir prácticamente sin relaciones sexuales desde hacía varios meses y, entre éstos, el 26% indicaban ser indiferentes a tales relaciones. El sexólogo Philippe Brenot considera que el 50% de las parejas sexagenarias ya no mantienen relaciones sexuales. Según un estudio de 1992, el 6,2% de los hombres y el 12,4% de las mujeres decían no hacer nunca el amor. Según otra encuesta pública de ACSF (Análisis de los comportamientos sexuales en Francia, de 1992), el 2,7% de las mujeres y el 1,9% de los hombres de entre 30 y 34 años y el 2,5% de las mujeres, y el 2,3% de los hombres de entre 35 y 39 años, eran sexualmente inactivos. Un estudio estadounidense mostró que el 2% de la población adulta nunca había tenido experiencias sexuales.

El descenso del deseo sexual puede estar ligado a razones médicas; por ejemplo, después de una histerectomía total, que produce una castración quirúrgica, la pérdida de la libido afecta a casi una mujer de cada dos, en razón de la caída brutal de la tasa de testosterona. Ahora es posible mitigar estas bajadas hormonales de la libido, pero muchas no lo desean.


Del libro “Las nuevas soledades. El reto de las relaciones personales en el mundo de hoy” (Editorial Paidós), de Marie-France Hirigoyen, psiquiatra, psicoanalista y psicoterapeuta de familia especializada en la terapia del acoso moral o acoso psicológico. Autora de varios libros, en 1998 publicó el best seller mundial “El acoso moral”.