domingo, 22 de septiembre de 2013

¿Desconfiamos de los hombres de cara ancha?

¿Juzgamos a las personas por su físico? Un nuevo estudio sugiere que los hombres de cara ancha son percibidos como agresivos y poco confiables, por lo que las personas suelen ser más egoístas en su presencia.

Un equipo de investigadores de la Universidad de California, Riverside, liderado por el Prof. Michael Haselhuhn, condujo una serie de experimentos, con más de 100 participantes en cada uno, para conocer los prejuicios existentes hacia los hombres de cara ancha y el comportamiento biológico y social que suscitan. 

En la primera prueba, los científicos encontraron que los partícipes de cara ancha eran más propensos a ser egoístas en la asignación de recursos entre ellos y una pareja. En otro estudio, se les mostró a los integrantes fotografías de hombres y se les pidió que repartieran sus recursos con ellos. Quienes vieron a hombres de caras delgadas fueron más equitativos en la repartición.

Los investigadores concluyeron que las personas que veían a hombres de cara ancha anticipaban un comportamiento egoísta de su parte, por lo que ellos también actuaban egoístamente. Como un círculo vicioso, los hombres de cara ancha, frente a un comportamiento hostil, replicaban la actitud egoísta. Por lo tanto, este comportamiento no sólo es impulsado biológicamente sino socialmente.

Las causas detrás de esta correlación son discutibles. Algunos científicos creen que las caras anchas se asocian con agresión, otros que evocan fuerza física y, por lo tanto, un carácter dominante. Lo cierto, es que los rasgos faciales de las personas influyen en el trato que reciben.




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