lunes, 12 de agosto de 2013

Un ensayo de hace un par de años: La Iglesia.

Desde el comienzo del hombre, desde el nacimiento de las culturas, se han adoptado distintas costumbres y creencias que forjan la identidad de un pueblo, creencias tales como fantasmas, astros, Dioses, etc.

De la creencia en los Dioses surgen las religiones, no una sino varias, no fraternas sino contrarias, no paz… sino guerra.

Jesús aquel que “fundó” la religión Cristiana, era Judío y los ideales que promovían eran muy distintos a los que su Iglesia lleva a cabo actualmente.
Jesús velaba por la justicia entre los hombres, la paz y la libertad, su Iglesia ni siquiera se acerca a lo que él hubiera querido.

Más cercano a la Edad Media surgieron las cruzadas de Jerusalén, las cuales tenían como objetivo “evangelizar” en nombre de Dios y en voluntad de Jesús a los distintos lugares en que no se profesaba la cristiandad. Surgiendo como una “buena idea” en un principio pero sin pensar en los métodos utilizados.

La época de las cruzadas fue una de los primeros eventos más sangrientos de la historia, ya que aquellos que no querían ser “evangelizados” por querer conservar sus creencias o porque simplemente no querían cambiar su forma de vivir, era brutalmente torturados y asesinados por cristianos que venían en nombre de Dios.

A causa de las cruzadas y todos los lugares donde estas se llevaron a cabo surgieron ideas contrarias a la cristiandad, no necesariamente dejar de creer, sino que odiar al Dios el cuál había ordenado matar a todos aquellos que se opusieran a ser evangelizados.

Específicamente en la península Escandinava, los pueblos Bárbaros, como los Vikingos entre otros, basaban su religión en creencias propias, en Dioses Nórdicos y leyendas propias de su cultura.
Cuando llegaron los cristianos  “cumplir su misión” los pueblos Bárbaros se opusieron, y en respuesta los cristianos asesinaron a gran parte de la población aparte de destruir su pueblo, quemar sus casas, matar ganado, hasta violar a sus mujeres.

Ese fue el comienzo de un profundo odio que surgió en la península, mas específicamente en Noruega en contra del cristianismo, el cual dio paso al Satanismo como religión alternativa, no necesariamente porque se creyera en satanás como deidad, sino mas porque era el opuesto a la figura de Dios destructor, Dios de odio y de guerra que todos tenían.

La Iglesia cristiana no entendió el ejemplo de Jesús y se guiaron por lo que ellos creyeron correcto, solo que lo que ellos creían correcto nunca lo fue.

Según mi punto de vista la religión es solo un motivo más para pelear, un motivo más por el cual diferenciarse de los demás, es otra frontera que delimita hasta donde podemos llegar. . .
Llegar a creer, llegar a dudar, llegar a pensar en algo diferente, abrir la mente a otro tipo de cosas, es un limite al razonamiento, al no poder tener otro tipo de explicaciones para ciertas cosas, es ignorancia. Es no querer saber que hay más allá, es estar ciego.
Las religiones pelean entre sí para demostrar cual de ella está en lo correcto, tratándose de mentirosas, imponiendo sus Biblias, Santos, mandamientos y prohibiciones ante sus creyentes, los cuales creen devotamente sin ninguna prueba, solo la promesa de un paraíso y con el castigo de un Infierno si se desobedece, o si se es “hereje”.

La Iglesia no está solo construida por aquellos que forman parte de ella como el Papa, los Obispos, Cardenales, etc. Sino que también por la gente, la cual se ha encargado de hacer una Iglesia de lucro, de mentiras, de pedofilia, de mala muerte al fin y al cabo.

La pedofilia ha sido un tema contingente hace ya mucho tiempo, la mayoría de los curas ha sido catalogado de pedófilo incluso si no lo es, el hecho de ser cura lo estigmatiza de pedófilo. Sinceramente no se porque lo harán pero creo que debe ser una psicopatía, un desorden mental que se desarrolla al estar “comprometidos” a ser castos y servir solamente a la Iglesia. Los seres humanos tenemos necesidades y no se nos puede privar de ellas; suena fuerte pero para satisfacer las necesidades sexuales de los curas lo más cercano son los niños y eso me repugna.

Peor es que el Papa pide “perdón público” por los casos de pedofilia y piensa que ya todo está resuelto, que todo volverá a estar bien y la gente estará tranquila, siendo que el dolor físico y psicológico de las víctimas será para el resto de la vida.

En cuanto al lucro, la iglesia católica recibe el 1% del sueldo de sus creyentes, ese porcentaje de dinero va hacia el Arzobispado quién en representación del Papado es  el que regula y distribuye el dinero en las Iglesias. Con un sistema así todo debería resultar de lo más bien, pero que sucede cuando en vez de pedir el 1%, la Iglesia pide el 10% o más?, o cuando se empieza a dar mal uso al dinero, se mal distribuye o se lucra personalmente con algo que es de todos?

La Iglesia es corrupta y discriminadora, al haber distintas religiones como el  Opus Dei los cuales demuestran un estatus elevado en cuanto a las otras religiones que serían una especie de “religiones del pueblo”, ya que no cualquiera puede optar a estar dentro del Opus Dei, y nadie que esté ahí dentro se rebajaría a pertenecer a algún orden más bajo.


En conclusión la Iglesia, sin importar la religión no es nada más que un sistema para tenernos dentro de una burbuja que nos impide pensar,  pero que nos tiene listos para atacar a cualquiera que sea distinto, la Iglesia es solo un tipo más de racismo, de discriminación, una mentira piadosa que todos saben, pero nadie tiene el valor de decirla, porque el temor de ser hereje.
Yo soy un hereje.

Por mi parte yo no creo… ni en la Iglesia ni en Dios, ni Satanás, me considero ateo al no creer en nada realmente. Creo en las personas, creo en uno mismo abierto a  todas las posibilidades, abierto a nunca dejar de aprender, abierto a buscar algo más, a ser algo más.
Creo en el poder de la mente por sobre todas las cosas, en el razonamiento, la religión se las dejo a los Homo Erectus.
Creo que si uno se lo propone puede llegar a ser todo y mas, todo está en uno mismo, no se necesita  Iglesia, ni Dios, ni religión, solo creer en uno mismo.

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