jueves, 5 de septiembre de 2013

Frío que mata

Este invierno abrígate bien y evita los cambios bruscos de temperatura, podría salvarte la vida. Un nuevo estudio demuestra que la primera causa ambiental de paros cardiacos es el frío.

Antiguamente, los científicos suponían que existía una relación entre el número de infartos y la contaminación ambiental. Sin embargo, el pasado fin de semana durante el Congreso Anual de la Sociedad Europea de Cardiología, el investigador Marc Claeys demostró que el culpable es en realidad la baja temperatura.

De 2006 a 2009, Claeys realizó un extenso estudio en el que participaron 16 mil pacientes belgas, mayores a los 63 años, que habían sufrido un ataque al corazón. Encontró que la mayoría de los ataques ocurrían en invierno, más no se limitaban a la estación. Descubrió que los pequeños cambios de temperatura de interior a exterior también pueden precipitar un infarto. 

Al sentir frío, los receptores en la piel activan el sistema nervioso simpático, lo que a su vez libera adrenalina y demás químicos asociados al paro cardiaco. Además, es posible que las bajas temperaturas vuelvan la sangre más espesa, lo que incrementa el riesgo de formar coágulos. 

El estudio únicamente tomó en cuenta las causas ambientales de los infartos y no otros factores de riesgo como la alimentación o el hábito de ejercicio. No obstante, Claeys recomienda a la personas (especialmente aquellas mayores a los 75 años o con condiciones cardiacas) poner cuidado en su vestimenta y evitar los cambios súbitos de temperatura.




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